Una vez lavado, se extiende el café para su secado hasta 11-12% de humedad. Mayormente, el secado se realiza en secadores solares o bajo techo para que el café no tenga un contacto directo con los rayos del sol. Asimismo, permite realizar el secado en cualquier condición climática. Durante ese tiempo, se remueve el café para que el secado sea uniforme. Un secado homogéneo y constante es primordial para lograr una buena calidad del café.